Una piensa que no va a involucrarse, que tiene todo controlado. Que en su vida, la libertad es lo primero. Que el trabajo se queda en la oficina. Que los amigos son una cosa, los compañeros otra y no digamos, las parejas.
Piensa que a los 30 es una buena edad para empezar a formar una familia. O que nunca cambiará su forma de vestir, aunque la sociedad se lo exija.
De repente, se va dando cuenta de que es una obsesiva del orden (su orden). De que no siempre se puede ser racional, de que en ocasiones tu entorno te envuelve tanto que no puedes ni pensar. Que aquello que creías que nunca pasaría, puede pasar. Que no se puede tener todo bajo control. Que los 30 están más cerca y no tiene pinta de que vaya a cambiar la cosa. Que la incapacidad viene de los temores. Que dejarse llevar es mucho más fácil de lo que parece. Que no dejarse llevar es mucho más difícil de lo que parece. Que se confunde todo, pero nada se funde.
Que no quiere escribir cosas personales y no lo puede evitar.
Piensa que a los 30 es una buena edad para empezar a formar una familia. O que nunca cambiará su forma de vestir, aunque la sociedad se lo exija.
De repente, se va dando cuenta de que es una obsesiva del orden (su orden). De que no siempre se puede ser racional, de que en ocasiones tu entorno te envuelve tanto que no puedes ni pensar. Que aquello que creías que nunca pasaría, puede pasar. Que no se puede tener todo bajo control. Que los 30 están más cerca y no tiene pinta de que vaya a cambiar la cosa. Que la incapacidad viene de los temores. Que dejarse llevar es mucho más fácil de lo que parece. Que no dejarse llevar es mucho más difícil de lo que parece. Que se confunde todo, pero nada se funde.
Que no quiere escribir cosas personales y no lo puede evitar.