domingo, 6 de diciembre de 2009

incertidumbre

La incertidumbre siempre fue uno de los peores males. Cuando tienes una meta clara, cuando conoces el camino a seguir, cuando te hablan y sabes a qué se refieren, no importa que sea malo o bueno, no cabe duda de que tu destino está marcado. Si por el contrario estás perdido y el mañana sólo es un gran interrogante, vivir con un nudo en el estómago se convierte en un hábito desagradable al que cuesta acostumbrarse.
Sobre todo, si durante toda tu vida has tenido bien claro lo que ibas a hacer y de repente, se esfuma la claridad dejando un rastro de confusión que te paraliza y te vuelve algo inútil. Así que empiezas a dudar hasta de ti mismo, de tu valía y de tus necesidades. ¿Por qué seguir luchando por algo que no está claro? ¿Cómo tomar decisiones si no hay una base a la que aferrarse? Quizá el descanso sea oportuno. Un alto en el camino no es algo negativo... sólo es tomar un respiro.
Pero el mundo sigue girando, el tiempo corre en tu contra y sigues atontado, esperando algo que te indique hacia dónde debes seguir. Sin sueños ni deseos, ¿qué se puede hacer?
La cabeza vacía, la cama vacía.
Y sólo echarte de menos.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Cuéntame un cuento, anda.

Se llamaba Angustias, aunque su nombre no era indicativo de su carácter, ya que era una de las mujeres más vivaces y alegres que he conocido nunca. Eso sí, de vez en cuando padecía ciertos dolores de tripa que, en los casos más graves, provocaban una sonoras ventosidades que siempre serán recordadas por todos los vecinos del pueblo, aunque nunca nadie sabrá decir se se debían a la herencia nominal o a su gran afición por la coliflor y la fabada asturiana.
Angustias nunca odió su nombre. De pequeña, todos la llamaban cariñosamente "Angus" y más tarde, cuando conoció a su marido, acabó siendo "Gusi", pero sólo en los momentos de intimidad, cuando Manuel, que así se llamaba el caballero en cuestión, gustaba de mordisquearle los dedos de los pies, mientras repetía de una forma tierna e infantil, dicho apelativo. En las ocasiones importantes, solían llamarla Doña Angustias o Señora de Vidal, y en los ratos más tristes, su nombre simplemente sonaba como un suspiro.
Siendo bien pequeñita, ya gustaba de leer cualquier palabra que le pusieran delante. Su pasión era tal, que sonreía al ver desde el cartel de una calle a las esquelas del periódico, afición que mantuvo hasta el momento de su muerte, quién sabe si por amor a la lectura, por el miedo o por nostalgia. Y es precisamente de ese momento, del que yo les vengo a hablar.
Cuando Angustias ya estaba mayor, sufrió un golpe de calor que la dejó inconsciente, lo que provocó una caída histórica en la fuente de nuestro pueblo. Todos los vecinos se enteraron por lo que, entre preocupados y deseosos de saber, fueron visitando la casa de Angustias para comprobar su estado, y no exajero si digo que por su habitación pasaron tanto el pastor como el farmacéutico.
Pocos días después del incidente, el médico anunció que no había curación para tal impacto. Así pues, sólo quedaba esperar que la moribunda fuera abandonando la vida poco a poco. La noticia nos afectó a todos. Aunque yo sólo era una niña, le tenía mucho cariño a la mujer, pues siempre había sido amable conmigo y al final, en pueblos tan pequeños, casi todos son como parte de la familia. Por esta razón, día tras día, fueron todos los habitantes de Miraverde Alto, que así se llama mi pueblo, a despedirse de Angustias.
Cuando llegaban a su lecho, apenados, todos preguntaban lo mismo:
- Angustias, ¿puedo hacer algo por ti?
Y ella siempre respondía lo mismo:
- Cuéntame un cuento, anda.

Y así es como empieza mi historia.




jueves, 16 de julio de 2009

Verano al Sol


Me apetece soledad, paseos, fotos, discos bonitos, playa, noche.
Me apetece gente, risas, compartir, evadirme, olvidarme, relajarme.
Me apetece volver con más ganas, con más ideas, sabiendo que esto es lo que quiero.
Me apetece andar descalza, levantarme tarde, que Neo me despierte.
Me apetece perderme para encontrarme.
Me apetecería aclarme, aclararnos. Abrazos y suerte.

Y me pongo nerviosa de todo.
Verano al sol.

martes, 16 de junio de 2009

Asfalto mojado

Llovió todo el día y a pesar de eso, sigue haciendo un calor de muerte. Pensé que refrescaría y que podríamos disfrutar un poco más de la primavera, pero el verano amenaza con sus rayos y sus vendavales desérticos. Olas de calor.
A veces me da igual. Me da igual ir o venir, que me echen, que me griten, que me sonrían... aunque últimamente tengo una pequeña esperanza.
Normalmente las pequeñas esperanzas esconden detrás grandes miedos, o quizás se esconden tras ellos, aún no lo sé muy bien. El caso es que, a menudo vuelve el nudo en el estómago y no consigo distinguir el sentimiento que lo causa, pero sea lo que sea está bien, porque indica que estoy viva y eso no siempre está claro.
Hay días grises, como hoy, en los que todos los rostros están apagados y todas las palabras suenan huecas. En los que el deseo y el instinto permanecen en un duermevela que quizá termine al llegar la noche o quizá continúe hasta el día siguiente. Si sale el sol, probablemente despierten, si no...
Y entonces sólo pienso: grítame fuerte, abrázame fuerte. Sólo pienso fuerte. Pero hablo bajito y nadie me suele oír. Todo esto me pasa porque tengo ganas de escribir, tengo ganas de ver-te, de beber-te y de morder-te, aunque no entienda muy bien a mis ganas. Eso funciona solo. Como el respirar.
Y respiro profundo el olor a asfalto mojado, que con este bochorno no sienta igual de bien como cuando el frío hace temblar todo el cuerpo. Sin embargo se agradece la lluvia, los bajos de los pantalones mojados, los paraguas rotos y la música triste que al caminar, se desliza por el asfalto nota tras nota tras baldosa tras nada.

lunes, 15 de junio de 2009

10x15


Además del formato más utilizado a la hora de revelar nuestros carretes, 10x15 es un fanzine fotográfico relativamente reciente, si no me equivoco, más o menos lleva en activo desde febrero.
Sus creadores lo consideran un antídoto contra el aburrimiento. A mi, me parece de un gusto exquisito y con un gran interés para los aficionados a la foto, donde descubrir nuevos talentos y diferentes posibilidades de la cámara, ya que participa gente diversa de todo el mundo (desde Madrid a Nueva Zelanda).
Se actualiza mensualmente y cada edición tiene una temática diferente. Este mes, toca piscina... ya estoy deseando ver con qué nos sorprenden el mes que viene "I (L) Bambini". 
Muy recomendable.

miércoles, 10 de junio de 2009

Barbas


Cuando lo he visto he flipado, no sólo por las barbas, sino por lo chulas que están las fotos.Se ve que en Alaska se aburren y claro, que teniendo oportunidad de fotografiar cosas así...

martes, 19 de mayo de 2009

Escribir, Leer, Escuchar


Hace poco leí un artículo en un blog de Anuncios.com (ahora no recuerdo de quién), en el que se hablaba de que al paso que vamos, el trabajo de copy, acá redactor creativo, cada vez tiene menos sentido. ¿Por qué? Porque la gente no lee. Y es que da igual que sea un texto de dos líneas o una página entera. Ni una palabra: cansa. Leer se ha convertido en un esfuerzo, dejando de ser un placer. Además, si podemos ver un concepto con una imagen, ¿para qué vamos a escribir sobre ello? ¿Es necesario buscar la "coña", el guiño o el intríngulis? Parece ser que no.
Y lo más preocupante, obviando las faltas de ortografía, es que la pérdida de interés por la lectura viene acompañada por una deficiencia auditiva, o lo que viene a ser: aquí no escucha ni Dios. Nos interrumpimos constantemente, nos gritamos y nos faltamos al respecto de la manera más burda y con total impunidad. Egos que vienen y van imponiéndose como protagonistas en las conversaciones. ¿Diálogos? ¿Cómo era eso? En la era de la información, cada vez nos informamos menos.
Yo  me pregunto si será porque cada vez somos más individualistas y lo único que nos interesa es mirarnos el ombligo, si será por el estrés o simplemente nos volvemos gilipollas. Desde la publicidad hasta el flirteo, sólo valen las cosas directas. No intentes que el otro piense, que se detenga interpretando un par de líneas. Antes se cansará y perderá el interés.
Increíble. A dónde vamos a llegar...

lunes, 18 de mayo de 2009

Grrr

El contraste, el erotismo... esta imagen me parece sublime, aunque igual me paso un poco.
Pero el trabajo de este hombre me gusta sin duda. Por su crudeza, por su búsqueda del detalle, por su versatilidad y porque tiene buen ojo, el "jodío". Trabajos para publicidad, para revistas... y por supuesto, sus proyectos personales.
Cómo te adoro a la par que envidio Michael Muller.


lunes, 11 de mayo de 2009

Mirando atrás



Ayer estuve en la exposición del MoMA que hay en La Casa Encencida, de fotografías sobre Nueva York, y tengo que decir que me parece un lujo poder ver de cerca, casi tocar y oler, las fotografías que en su día hicieron tan grandes artistas como Cartier-Bresson o Hine.
Sin embargo, una de las series que más me gustó fue la de Irving Penn. Retratos de compositores como Stravinsky o DuChamp, con mucha personalidad y gusto. Lo malo de los artistas antiguos es que no hay webs muy buenas con su trabajo, pero sirven para hacernos una idea.
La verdad es que hoy no estoy para hacer comentarios muy profundos, pero merece la pena echar un vistazo a las obras de este señor, y dejarme por un día de sacar modernetes.
Que lo disfruten.

miércoles, 6 de mayo de 2009

The unknown artist


Últimamente llegan a mi correo de la agencia unos e-mails de este "artista desconocido" (al menos para mi). Además de sorprenderme, porque poca gente tiene el mail del trabajo, hoy he decidido echar un vistazo a la web, llevándome una grata sorpresa.
Con un estilo predominantemente colorista (LaChapelle?), aunque oscuro en ocasiones, consigue crear escenarios envolventes y distinguidos, independientemente de que sea el retrato de una persona o una motocicleta. Cuenta con varios premios Lux y, por lo que parece, una gran actividad publicitaria.

The unknown artist, seas quien seas, me gustas.

martes, 5 de mayo de 2009

Fotógrafos


Hace un tiempo que he comenzado a recopilar enlaces hacia páginas de fotógrafos que considero, cuanto menos interesantes, pero aún no había hecho hincapié en nada de esto.
Como creé este espacio con la finalidad de aportar algo, aparte de mis rayadas mentales, retomo esas aspiraciones centrándome en artistas.

Hoy, delicado y transgresor: 

domingo, 26 de abril de 2009

Escalas


Martín miraba aquella montaña con el ansia de un niño al ver un pastel de chocolate: la más hermosa, la más alta. Era su gran reto.
Caminaba por una senda tortuosa que, sin lugar a dudas, sólo frecuentaban ya los últimos pastores de ese lugar olvidado. ¿Cómo podían todos perderse tanta belleza?. Claro, el mundo está loco. El mundo destruye y no reconstruye; amortigua caídas, pero no sana heridas. Se daba cuenta de que toda la esperanza se está perdiendo y, para él, el simple hecho de llegar a la cima de una montaña, hacía que la vida mereciera la pena. Daba claridad a sus días y le ayudaba a seguir adelante cuando, lleno de energía, regresaba a la ciudad.
Martín estaba solo. No era algo que le pesara especialmente, él lo elegía. Por supuesto había tenido amantes e incluso alguna novia, pero nadie había conseguido despertar en él un sentimiento que le llenara tanto como subir una montaña. Es difícil encontrar personas que merezcan la pena. Pero lo que más le costaba era compartir su vida. La pérdida de su intimidad le aterrorizaba, y aunque a veces echaba de menos dormir abrazado a alguien, prefería añorar esas cosas, recrearse en la nostalgia, a romper toda la magia, el deseo.
¿Es eso tan egoísta? - Se preguntaba. Y en secreto se respondía a sí mismo que sin duda, lo era.
Pero siempre que escalaba se olvidaba de estas cosas, por eso, el último segundo antes de llegar a lo más alto, siempre lo hacía a cámara lenta. Se recreaba en el último paso, la última piedra, el último esfuerzo antes de ver desde lo alto el infinito. Era consciente de que un mal paso echaría por tierra todo el trabajo. Seria un desastre.
Ése, el último paso, era el definitivo. Todos sus sentidos se agudizaban. Se disparaba su adrenalina y era entonces cuando sentía que esa sensación era lo más cerca que iba a estar de ser feliz. Entonces, en ese instante, fue cuando lo decidió.
Moriría así.

sábado, 28 de febrero de 2009

Lo más triste de la noche


Lo más triste de la noche son
las miradas que buscan
desesperadamente
que claman por un poco de atención
que ruegan
por una caricia que les saque
de su rutina infernal.

Lo más triste de la noche es
la frialdad de los vasos
que derrochan alegría plástica
inverosímil
cuando gritan pidiendo
cualquier cosa que les saque del
letargo
que calme sus ansias
su necesidad de decir:
- estoy vivo -.

El calor, el roce, la perversión.
Perversión porque, de una forma
casi maligna
se acaban aferrando a otros cuerpos
para saciar su sed
y no de amor, sino de vida.

¿Qué será de nosotros mañana?
Pregunta ella.
¿Puedo verte desnuda?
Pregunta él.
Y se devoran con el alma
con la necesidad del que no necesita
nada más
que una dosis de irrealidad.
Gracias luces de colores.
Gracias ventilaciones defectuosas.
Gracias noche maravillosa*.



*donde la palabra "maravillosa" pierde.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Brevedad


Qué pasará si al final
la ira y la duda se marchan
si olvidamos qué seremos
si olvidamos qué fuimos
qué somos



y lo rompemos todo.

domingo, 8 de febrero de 2009

Por qué nos fascinan los cielos

Cuando coges la cámara y empiezas a disparar a diestra* y siniestra*, es decir, que no tienes ni puta idea y le echas fotos a todo lo que ves, hay varios objetos recurrentes: los pies, las manos, las carreteras, las playas y los cielos. Todo fotógrafo amateur tiene fotos de sus pies, de las manos de su "novia/o" y del verano anterior. Sin embargo hay algo que nos supera a todos, que nos deslumbra tanto que, independientemente del tiempo que tengas tu aparato (léase cámara, por favor), siempre va a quedar bien y siempre va a ser un espectáculo de luz y color imposible de obviar.
El cielo, que cada tarde es distinto: en formas, colores, ilusiones. El cielo no defrauda, nieve, truene o haga un sol de muerte. Está ahí, inmenso, ocupándolo todo. Como una gran pena o una gran esperanza.
Yo caminaba hoy, por una ciudad extraña que cada vez lo es menos, y que cada vez es un poquito más mía, porque la mente se rebela y te dice: es el mundo, y aquí es donde vives; todo es igual aunque sea distinto. Y recuerdo que, en estos últimos meses, me ha venido a la cabeza repetidas veces una canción de los Celtas Cortos que dice que en la vida hay dos caminos a elegir: "uno muy gris, pero seguro, sin arriesgarte a mojarte el culo" y continúa " si elegiste el otro lado, del camino ten cuidado, si tu has elegido muerte, hoy ha cambiado tu suerte; si eres otro bicho raro, pa´ las leyes del mercado, únete a la mayoría de esta inmensa minoría". Total, que me acabo preguntando qué camino he escogido yo, si he renunciado a mucho, si estoy aspirando a poco, o viceversa. Si a veces crees que estás en un lado y en verdad estás en otro. Si no hay dos caminos y de todas formas acabamos en el mismo lugar.
A veces se me olvida luchar, respirar, caminar y mirar hacia delante. A veces se me olvida de dónde vengo y a dónde quiero ir. A veces me olvido de sonreir, de disfrutar. Se me olvida que ESTE momento es único y no puedo pasarme el día durmiendo, porque se acaba y no sé por cuánto tiempo se mantiene una misma situación. Aunque nunca pase nada, y nada sea igual.
Entonces miro al cielo (si lo pongo en tercera persona "miras" suena menos cursi o manido), como decía, miro al cielo y descubro su inmensidad, su autenticidad, su inestabilidad... y veintemil palabras acabadas en "dad" que llenan de grandeza todo lo que me rodea. Y pienso que no tengo que pensar tanto, sino vivir más.
Y me vuelvo a casa con menos frío y con un poquito más de felicidad, de humildad incluso. Porque mañana será otro día, esperemos. Porque hoy he vivido un poco más y no me he quedado paralizada ante la rutina que me espera.

domingo, 25 de enero de 2009

Acabáramos


Una piensa que no va a involucrarse, que tiene todo controlado. Que en su vida, la libertad es lo primero. Que el trabajo se queda en la oficina. Que los amigos son una cosa, los compañeros otra y no digamos, las parejas.
Piensa que a los 30 es una buena edad para empezar a formar una familia. O que nunca cambiará su forma de vestir, aunque la sociedad se lo exija.

De repente, se va dando cuenta de que es una obsesiva del orden (su orden). De que no siempre se puede ser racional, de que en ocasiones tu entorno te envuelve tanto que no puedes ni pensar. Que aquello que creías que nunca pasaría, puede pasar. Que no se puede tener todo bajo control. Que los 30 están más cerca y no tiene pinta de que vaya a cambiar la cosa. Que la incapacidad viene de los temores. Que dejarse llevar es mucho más fácil de lo que parece. Que no dejarse llevar es mucho más difícil de lo que parece. Que se confunde todo, pero nada se funde.
Que no quiere escribir cosas personales y no lo puede evitar.

sábado, 3 de enero de 2009

¿Y qué?


Si la culpa es mía
Si confundo los olores
y cultivo los temores.

Y qué si no hay salida
si no hay vuelta atrás
y la calle expira.

Y qué más puede pasar
cuando no pasa nada
y nada da igual,

Torpes, orondos, viciados
resquebrajan muros
atropellan palabras
despiertan niños
borran esperanzas

Y qué tienes que contar
que no sepa, que no intuya
que no me traiga
esa mirada t***

Y qué si es predecible
si no lo hago bien
si se va a acabar
y no llega el tren

Si juntamos 2 y 3
si perdemos, si ganamos
si no buscamos, si no somos
ni damos.

Y qué.

¿?