Llega la primavera y con ella el calor, tan presente en este país que es España.
Ahora, las calles se llenan de mangas cortas, de escotes y de pantorrillas peludas. Si sacas la cámara y sales a pasear, podrás encontrar a señoras abanicándose, a jóvenes en los bancos de los parques que beben, charlan y se besan. Podrás capturar los últimos rayos de sol en un atardecer casi veraniego y con todo esto reunido, quizá consigas hacer llegar a la persona que está al otro lado de tu pantalla, un poquito de ese calor que te abraza.
Pero el frío es diferente. No hace falta que nieve o que llevemos jerseys de cuello alto. El frío está en una habitación vacía, en una mirada perdida. Y aunque no sea necesario hacerlo explícito, en ocasiones puede ayudar a sorprender al espectador.
En esta serie de Mikko Lagerstedt hay nieve y soledad. Hay paisajes y sol de invierno. Luces nocturnas, cables, árboles que parecen sacados de una maqueta. Finlandia, supongo, es así. Porque si investigas un poco más y visitas su portfolio, encuentras naturaleza en estado puro, con sus verdes y sus morados, en paletas que más que fotografías acaban siendo puras ilustraciones.
1 comentario:
¿qué pasa, psik?
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